Agricultura de precisión: la tecnología llega al campo
Puede que para algunas personas, este sea un concepto desconocido, pero no es más que la aplicación de las TICS (Tecnologías de la Información y Comunicación) en la agricultura, es decir, la incorporación de los recursos de la era digital para optimizar la producción agrícola.
Apareció en los Estados Unidos a principios de los años 80 y ha ido evolucionando conforme al desarrollo tecnológico. Entre los países pioneros en el uso de la agricultura de precisión están los Estados Unidos, Canadá y Australia. En América Latina, Argentina cuenta ya con una amplia cantidad de superficie cultivada bajo esta modalidad.
Tecnología al servicio del campo
Del mismo modo que ayuda en la gestión de edificios y crisis, la información del monitoreo en tiempo real puede alimentar los sistemas de control, permitiendo hacer ajustes de forma remota e incluso automática.
En la agricultura, es posible, por ejemplo, medir los niveles de pesticidas, nutrientes e irrigación y controlar la temperatura, presión y humedad continuamente. Este nuevo enfoque de la agricultura se conoce como “agricultura de precisión”. Mediante el uso de sensores sin cables y técnicas de identificación con radiofrecuencia, el agricultor puede controlar parámetros de sus cultivos como los niveles de herbicidas, humedad. Esto resulta particularmente útil en grandes superficies de terreno, cuyo control manual puede resultar muy costoso.
Optimización de recursos
“Con el control de nutrientes, las raíces de los cultivos pueden tener la concentración exacta que necesitan a su alrededor”, explica Juan Cardona, Director General de Kiwa para América Latina. “Esto permite la optimización en el uso de fertilizantes, mientras que minimiza el riesgo de contaminación del recurso agua y los terrenos”, añade. Este enfoque de monitoreo puede mejorar el manejo de los cultivos, reducir residuos y disminuir los costes laborales, consecuentemente supone un ahorro de dinero.
Amplio catálogo de servicios
Kiwa ofrece servicios de inspección y certificación para una variedad de actividades relacionadas con la agricultura, incluyendo apicultura, acuicultura, producción ganadera, producción y procesamiento orgánicos. Los inspectores de Kiwa trabajan con estos sistemas de monitoreo durante sus visitas anuales a terreno, y llevan a cabo chequeos de control de volúmenes de producción durante todo el año.
“El impacto más importante del monitoreo en tiempo real en la agricultura es la posibilidad de manejar bien los recursos y tomar decisiones adecuadas a tiempo”, manifiesta Soledad Ortiz, de Kiwa Ecuador.
Trazabilidad del producto
Otros sistemas de monitoreo en tiempo real permiten la trazabilidad del producto, de modo que los productores pueden hacer seguimiento desde el sitio de producción a nivel de finca, pasando por las etapas de cosecha, la post-cosecha, procesamiento, hasta cuando su producto llega a la percha de los supermercados y está a disposición del cliente final. Por su parte, los consumidores pueden hacer un seguimiento de los productos ofertados por medio de aplicativos para teléfonos inteligentes y páginas web creadas para el efecto, pudiendo conocer datos de la finca, lote de producción, entre otras informaciones.
Alcanzar estándares
Este tipo de sistema de monitoreo y etiquetado es muy útil para identificar la introducción de elementos prohibidos en productos finales, asegurando así su calidad, el cumplimiento de límites máximos de residuos y en general la observancia de los estándares requeridos por los mercados de destino. “Sin lugar a dudas, el monitoreo en tiempo real afecta directamente a la calidad en el sector agrícola”, comenta Ortiz. Sin embargo, este tipo de sistemas no son baratos. El alto coste de los equipos y software sigue siendo una limitante, por lo que no todos los agricultores pueden implementarlo, al menos esa es la realidad en varios países de América Latina, África y Asia.
Más información: Soledad.Ortiz@kiwa.lat